¡... y en Sotillo también, Roberto! Son el rastro de una sorpresa, de muchas mañanas de facultad hechas domingo de calor inesperado y de patatas que revuelcan al más pintado. Fue entonces, cuando Laura se apresuraba para ir a Madrid, que llegamos desde Zamora, desde Valladolid, desde Salamanca. Todos los caminos conducían a La Adrada recóndita y hermosa más allá y más acá de las montañas. Los toros de Guisando fueron el señuelo. Las almenas del castillo, el hogar de los amigos reencontrados. La mesa y el mantel, taller de neologismos. Los bosques y riachuelos, el paseo y el paisaje de una tarde de verano. El "adiós", un "hasta pronto". Hasta el próximo domingo de sorpresas.
miércoles, 29 de agosto de 2007
miércoles, 22 de agosto de 2007
Amigos y residentes donde sea
Amistad
(Del lat. *amicĭtas, -ātis, por amicitĭa, amistad).
1. f. Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato.
El Diccionario de la Real Academia Española suele parecerme frío en la definición y delimitación de tantas palabras ilimitables, pero "personal", "puro" y "desinteresado" son adjetivos que me convencen esta vez. Quizá esté imaginando a la comunidad hindú de Hospitalet depositando todas sus esperanzas en un joven médico, como si quien no lograba seguirme aquella mañana de sol de justicia en la Via Appia Antica fuera capaz de ayudarles a dar esquinazo al bacilo de Koch... Bueno, en realidad lo es. Siempre lo fue. Siempre rivalizó con Esculapio en repertorio de consejos. O puede que esté soñando con el reloj del campus de Bloomington dando las horas con algún desliz inconexo, porque en Indiana también hay damas a quien cantar y precisamente trata de cantar el último cuento del anudador de palabras. No descarto estar riendo, otra vez, a mandíbula batiente, allí donde los cables tocan a silencio, allí donde el cuatro es número mágico y friki bajo la luna grande. No desecho la posibilidad de estar viajando a Salamora o a Guanajuato, de estar manchándome de azul cerca del Campo San Francisco o meciéndome apuntes en mano en el refugio de otros cuatro "tres para una" con vistas a la calle Gutenberg, de estar animando el cotarro desde la fila 5 porque han vuelto los tiempos del colegio o diseñando sorpresas por obra y gracia de un alma alegre como ninguna... Además, si hoy es miércoles esto es el "Dompe", con todo lo que eso significa. Nace y se fortalece con el trato. Camina presta sobre las losas, y viene desempedrando, ansiosa de nuevas emociones y verdades.
martes, 14 de agosto de 2007
Nadie es huérfano en el mundo
Los doscientos minutos de Don Bosco, la película de Lodovico Gasparini para la RAI, se nos han hecho cortísimos a Carlos y a mí. Seguramente por la sonrisa de Juan, por su fe inmensa en la Providencia, fe contagiosa como pocas. También habrá sido por la ternura de Mamá Margarita, y por la forma en que la desesperación de los muchachos que vagaban miserables por las calles del convulso Turín, azotado por el cólera, se tornaba en confianza en un futuro que dependía de ellos y de su libertad de hijos de Dios. Porque lo habían descubierto, se habían reencontrado. En la pobreza alegre de Valdocco. En la sencillez ambiciosa de Don Bosco, que quería la felicidad para todos. Porque allí ser santo consistía en estar contento y Domingo Savio terminó por sonreir de puro bueno. Porque el dolor formaba una línea discontinua con la alegría pero siempre había motivos para sentirse amado y mirar hacia adelante confiando en los Auxilios de la Madre. "Veréis lo que son milagros". Y lo que son manos puestas a la obra y corazones abiertos al Padre, confiados plenamente en el hombre, que nunca es huérfano porque siempre hay quien le ama. Algo que tenían claro en el oratorio de Valdocco, verdadera escuela de ciudadanos.
miércoles, 8 de agosto de 2007
Estrellas amarillas
Apuntaba yo el otro día en el correo electrónico que envío cada semana a los cofrades que con
lunes, 6 de agosto de 2007
Corre que se las pela
Estaba yo viendo el Informativo Territorial de TVE, lo que popularmente conocemos como "el Regional". Tras las consabidas reseñas sobre la plaga de topillos, la veraniega cátedra de cine vallisoletana y alguna que otra noticia de la actualidad de esta nuestra comunidad autónoma, llegó la amplia sección deportiva de los lunes. Cómo no, inaugurada por la última contratación del Real Valladolid, algo vital para todos los castellanos y leoneses. Luego hubo tiempo para el amistoso del Numancia contra el Zaragoza y para los chiquitos de Palencia que ganaron el Descenso del Sella. Por último, atletismo. Justos honores a los campeones de España proclamados en el donostiarra estadio de Anoeta, y a un subcampeón de larga trayectoria en lo más alto, el lanzador de peso leonés Manolo Martínez. En el mediofondo, nos alegramos con las victorias de dos atletas consagrados: la pucelana Mayte Martínez en 800 y del burgalés Juan Carlos Higuero en 1500; en "el Regional" nos han obsequiado con la recta final de sus carreras. ¡Bravo! "Ahora reservan un espacio a la nuestra, para darla a conocer", suponía yo. ¡Ingenuo de mí! Ni mencionaron a la salmantina Marta Romo, joven promesa del atletismo nacional, que con diecinueve años ha vencido en 5000 metros. Además, compañera de la facultad, que tiene tiempo para todo esta chica. Ya sugerí yo el día de la novatada, cuando dejamos descalzos a los de 1º, que sus playeras deberíamos quedárnoslas, que serán pieza de coleccionista en un futuro. En fin, nada que vayan a sacar en "el Regional"... a no ser que fiche por el Real Valladolid.
jueves, 2 de agosto de 2007
Eternamente grande
Me remito al recién estrenado anuncio publicitario del Club Atlético de Madrid, tradicional cita de cada verano en la que suelen combinarse a la perfección originalidad, buen hacer y sentimiento colchonero en estado puro. Ya son siete en la colección. Siete perlas a cada cual más preciada; aquí pueden verse las otras seis:
Es nuestro sino de las pretemporadas: "Hemos fichado bien, hemos gastado mucho, ya toca... ¡Este año sí!". Llegaremos a la primavera siguiente más cerca de la mitad de la tabla que del liderato, eliminados en la Copa por penalties, con otro entrenador, con jugadores que vinieron en diciembre, con el estadio vendido, sin más argumento que nuestra eterna grandeza. La grandeza de la derrota y de la fatalidad, del "casi" y del "otro año más", sin saber responder a la pregunta "¿Por qué somos del Atleti?" si no es mirando al corazón... y entonces ya nos habremos venido arriba, habremos recuperado el ánimo y el orgullo de ser parte de esa centenaria bandera rojiblanca (yo tengo un pedazo, además de serlo). Como el corazón tiene razones que la razón no entiende, gozaremos nuevamente de una inquebrantable fe. Diremos con ímpetu: "Ya estamos aquí"; y sabiendo que a Don Agustín y a todos nos mata y nos da la vida, tendremos fuerzas para gritar como aquellos atléticos de 1937 en medio de la montaña, en plena guerra, un "Aúpa Atleti" que nos une y nos libera. ¡Aúpa!
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