viernes, 16 de abril de 2010

Ellos y nosotros

Nueva sesión de tarde, con la última de Polanski como reclamo. Un escritor de los que no aparecen el día de la presentación del libro se sumerge sin pretenderlo en la ciénaga inmunda de la alta política. La mediana (y mediocre) política que se nos muestra cada día, la punta de su iceberg, no desprende mejores aromas. Sabe Dios cuántas miserias se nos ocultan, pero la falta de formación o el exceso de deformación de los efímeros o eternos protagonistas permiten albergar tristes sospechas. Quizá no encuentren quien escriba sus memorias, ni siquiera quien las lea, pero a desmemoriados no les gana nadie si de medrar se trata, sedientos de poder. Tanto dan la incoherencia o la injusticia, pues no son límites para la mayoría. La verdad, o el conjunto de realidades más o menos compartidas, apenas resisten ante sus campañas de propaganda, si es que logran hacerlo. Ya pueden faltar recursos, que no contienen casi nunca su despilfarro. Y lo peor es que botarles votando sólo amplía la lista de decepciones (para los que se ilusionaron). Ellos a lo suyo... y nosotros, a lo nuestro. Lástima de fractura entre ellos y nosotros. Así no.

2 comentarios:

Félix dijo...

¡Tengo que ir más al cine! Allí, al menos, sabes que es ficción, aunque a veces sea superada por la realidad.
Cordialmente,
Félix

Lucano dijo...

Ya, es el consuelo del espectador, que puede todavía confiar en que se trate de una historia ficticia. Siempre hay algo de real en todas ellas. Recomiendo este título. Un abrazo.